Si alguien te preguntara cuál es la celebración más importante durante el mes de febrero, seguramente responderías que San Valentín.
Si alguien te preguntara cuál es la celebración más importante durante el mes de febrero, seguramente responderías que San Valentín, mejor conocido como el día del amor y en sentido más amplio, de la amistad. Sería poco factible que asociaras a este mes, la conmemoración mundial, de la cero Tolerancia a la Mutilación Genital Femenina, que ocurre el día 6 de febrero, sobre todo porque en nuestro país poco se habla sobre la sexualidad, menos sobre el placer o satisfacción sexual que las mujeres deberíamos disfrutar en libertad, sin prejuicios morales, por lo que abrirnos como sociedad al análisis de las acciones quirúrgicas que se realizan en recién nacidos, bajo la aceptación de la propia familia y personal de salud, para definir su sexo al presentar genitales “ambigüos”, para evitarles que sean consideras personas intersexuales, seguramente te parecería una aberración, infamia o simplemente algo imposible de creer que ocurre en México; la Doctora Amneris Chaparro Martínez, integrante del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) ha investigado y documentado, casos en nuestro país, donde se prefiere la mutilación genital en bebés, que la aceptación amorosa a la diversidad; también ha podido identificar casos de “episiotomía”, estilos de mutilación genital femenina ejecutados durante el parto, para ampliar la vagina por medio un corte, práctica actualmente prohibida a nivel internacional, en la que durante 2016 al menos 2 de cada 10 partos naturales, fueron asentado de forma oficial bajo esta acción[1], que mejor manera de demostrar el amor maternal que ser mutilada durante el parto? O sometida de forma innecesaria a una cesárea? El conceso al que ha llegado la organización mundial de la salud, indica que en cada país, este tipo de nacimientos debería representar entre el 10% al 15% de los casos, sin embargo en México, alcanza el 46% de los partos, situación por la que se incluye como un tema más a analizarse como violencia gineco-obstétrica. Durante siglos nos han dicho que el amor lo vence y supera todo, así que en un mes en el que estamos llamadas a la romantización, estos datos duros podríamos pasarlos por alto.
Febrero es también el mes en el que se reconoce a nivel internacional la participación de las mujeres y las niñas en la ciencia, de mexicanas que están dirigiendo investigaciones científicas de escala global, como es el caso de Margaret Zoila, quien desde la NASA trabaja en la elaboración de un telescopio que permitirá conocer el crecimiento y expansión del universo; quien también inició su carrera como investigadora en la NASA es Dorothy Ruiz, sólo que ella se enfocó en el estudio y diseño de vehículos espaciales de alta velocidad, lo que le abriría puertas para trabajar tiempo después en la Agencia Espacial Rusa. Ambas representan inspiración para millones de niñas y jóvenes, cuyos sueños ahora pueden consistir en explorar el espacio, más allá de los estereotipos de género. Es una pena que la difusión de lo que ellas y otras mexicanas están realizando en el entorno científico, tenga menos cobertura y notoriedad que la boda de una célebre lideresa sindical con motivo de sus nupcias, en este mes del amor romántico.
Otro rubro poco analizado es sin duda, el amor propio como base desde la que se debiera cimentar cualquier tipo de relaciones, si las emociones fuesen identificadas y nombradas sin mayor complejidad, asumiendo que de hecho, no todas las personas se encuentran felices en pareja no por haber vivido una mala experiencia, simplemente porque así lo han decidido en plena libertad, dejaríamos de idealizar que las medias naranjas y los amores a primera vista existen sin representar ningún compromiso entre las parejas, o que las relaciones toxicas, violentas, embusteras y fraudulentas, son una mejor opción, que la sana experiencia de espacios seguros y libres de estereotipos y violencias, que eventualmente terminan en divorcios, relaciones superfluas basadas en la costumbre, la normalización de engaños, casos de depresión y en los peores momentos hasta suicidios.
Dato importante a resaltar en estas fechas, es que de acuerdo con las estadísticas publicadas por INEGI, durante 2019, se celebraron 504,923 matrimonios legales, de los cuales 3,596[2] fueron de parejas del mismo sexo, demostrando que poco a poco, las barreras jurídicas y sociales podrán ser superadas.
Deseo que este espacio de reflexión sea de su agrado, les espero el próximo lunes para analizar y replantearnos el mundo con una mirada violeta.
[1] http://www.conamed.gob.mx/gobmx/boletin/pdf/boletin9/incidencia_intervencion.pdf